

La ley de Educación Sexual Integral (ESI) trae consigo políticas públicas para implementarla. Sin embargo, en las zonas alejadas de la provincia la situación es aún más compleja y la aplicación de la ESI en las escuelas se vuelve difícil. Los organismos gubernamentales de apoyo no están conectados y el apoyo se vuelve insuficiente. Los mandatos o idearios locales repercuten en el trabajo de las instituciones escolares. Tal es el caso del departamento de Iglesia.
En Argentina, desde el 2006 rige la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI). La misma es una política social y educativa y su marco de acción es la implementación en todos los niveles del sistema educativo del país. Es transversal a todas las materias para asegurar la inclusión y el respeto de todas las personas y, es Integral porque trabaja sobre aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
Desde 2015, en la provincia de San Juan, con la nueva ley Provincial de Educación se incluye la ESI en sus lineamientos. En su artículo Nº 12 incluye:
“Garantizar una educación sexual integral, en sus dimensiones biológica, psicológica, emocional, social, afectiva y ética, respetando la realidad sociocultural, el ideario institucional y las convicciones de los miembros de la comunidad educativa, promoviendo una vinculación estrecha y permanente con los padres.”
Respecto a la última parte, donde se tiene en cuenta el ideario institucional, las convicciones de la comunidad educativa y la vinculación permanente con los padres, se generan ciertos conflictos con los lineamientos generales de la ley. Es decir, en caso de que la comunidad educativa y/o los padres y madres no estén de acuerdo o no deseen que los estudiantes asimilen los contenidos de ESI, pueden no dictarse. Por tanto, muchas niñeces y adolescencias pueden quedarse sin acceso a información esencial sobre ESI, como sucede en Iglesia.
En los departamentos alejados de la capital, la realidad social es otra. Los mandatos locales pesan y/o las formas de vincularse con diferentes temáticas es diferente. Respecto a ESI, el desacuerdo por parte de las familias para implementarlo en las escuelas pesa. Los padres y las madres consideran, en muchos casos, que son temáticas a trabajar en la casa, no en la escuela. Los contenidos no son tomados como eje transversal en todas las escuelas y quedan librados al azar, dejando a los chicos y chicas desamparados. Un alumno de la escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra, ubicada en la localidad de Rodeo, comentó la falta de información respecto a la temática: “Lo único que recuerdo fue hace como 3 años. Vinieron del Ministerio de Salud y nos dieron información sobre preservativos”.
Otra de las opciones es que se trabaje desde otras instituciones u organismos, como es la Secretaría de Acción Social. La misma pertenece a la Municipalidad de Iglesia y está conformada por diferentes dispositivos de ayuda como el “Área Mujer, Género y Diversidad”; “Niñeces, Adolescencia y Familia”; “Centro de ayuda con el Consumo Problemático”, entre otros.
Los diferentes dispositivos están conformados por profesionales tales como trabajadoras sociales, psicólogas, abogadas; y se encuentran a disposición en el SUM Municipal (delante del polideportivo municipal) de lunes a viernes desde las 8 hasta las 13 hs. Además, el área de “Mujer, Género y Diversidad” tiene líneas telefónicas disponibles 24 horas: el 144 o el 911. Otra vía de contacto es su email: [email protected] . El área de “Niñeces, adolescencia y familia” utiliza la línea de contacto de Flavia Vera, su encargada, 2646260788. Y todos los dispositivos tienen como línea de contacto principal a Andrea Deguer, la responsable de la secretaria de Acción Social en el departamento, 2644173618.
En diálogo con Andrea Deguer y las chicas presentes en los diferentes dispositivos, comentaron que su trabajo es mayoritariamente abocado a oficios judiciales decretados por el Juzgado de Paz del departamento o por denuncias en el Hospital Tomás Perón o en la Comisaria Nº 22, o por la asistencia a los diferentes dispositivos. En el caso de niñeces, sí se trabaja con instituciones escolares que logran observar cambios en la conducta de los chicos y chicas, o identifican diversas señales donde se vulneren los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Sin embargo, el apoyo o trabajo con las escuelas del departamento es difícil. Si se realizan diferentes talleres sobre violencia o autoestima, pero son demasiado acotados frente a las problemáticas presentes tanto en las escuelas como en el departamento. Esto se debe a la burocracia presente a la hora de proponer diversos encuentros. Además, el roce con otras áreas como el Ministerio de Salud también los limita, las autoridades trasladan la responsabilidad al Ministerio anteriormente mencionado, dejando fuera la secretaria de Acción Social.
Sumado a todo lo anterior, Andrea nos comentaba que otra de las problemáticas presentes en las escuelas es que los padres y las madres tienen opiniones cerradas sobre la temática ESI. No están de acuerdo con que les enseñen a sus hijos sobre diversidad y orientación sexual, les preocupa la pertinencia de los contenidos, comprenden que estás enseñanzas deben darse únicamente en el ámbito familiar, entre otros.
En conclusión, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en San Juan enfrenta dificultades debido a la resistencia de los idearios locales y la autonomía de cada comunidad educativa para accionar. Esta situación deja a estudiantes sin información fundamental sobre educación sexual, generando una dependencia de entidades municipales, como la Secretaría de Acción Social, que intervienen de forma limitada debido a restricciones burocráticas y la falta de colaboración entre instituciones. En consecuencia, muchos niños y adolescentes quedan sin un apoyo consistente en temas esenciales para su desarrollo integral.
Autora: Cortés Dulce